sábado, 18 de octubre de 2008

EN EL DÍA DE LA MADRE...



En este día de la madre les proponemos pensar un poco y reflexionar sobre la idea que tenemos sobre la maternidad, sobre nuestra propia madre, sobre nosotras como madres y mujeres. Observar cómo ha ido cambiando (mucho o poco) la representación de la madre relacionada con el sacrificio y la abnegación, atada al mundo doméstico, al marido y los hijos...

Los invitamos entonces a leer tres textos que pueden ayudarnos a pensar un poco y quizá nos permitan darnos cuenta que LA MADRE es otra persona que ha vivido, tiene un pasado, ha sido hija, que desea, piensa, sufre, ambiciona, tiene esperanzas y que comparte la vida con nosotros y con otros.

RETRATO DE SEÑORA QUE HACE DULCES

Hago esto en memoria tuya.
Cuando llega el otoño pelo fruta
y rodeada de pellejos
vierto en heredado recipiente
pulpas filosofales
algún carozo que lo sabe todo
y progreso del agua y azúcar.

La casa o vientre se llena de aroma
y aunque es fruta itinerante
y no de huerta propia
bastante bien parodia
aquella alquimia
cuyo secreto nunca me enseñaste,
madre guardadora.

Fabrico por antojo
dulzuras que obligada cometiste,
transmuto para no interrumpir
el linaje de los frascos
empezado hace tantas abuelas.
Obro por reverencia y no deber,
para que mueras menos
y sientas, pobre ausente,
que hago un reino de tu servidumbre.

Consagro con ademanes
de hechicera venida a menos
el fuego, el mismo fuego
que encendió Eva tras el Paraíso
y que cruzando el valle
sube hoy por astutas cañerías
como lágrimas a los ojos.

El almíbar me enseñó paciencia
y sacrosanta cuchara de madera
a ordenar olas subterráneas
para que tomen punto
sin prisas y con pausa
de palabras en la poesía.

Si no repito gestos
de autora de alimento
para gozo de alguna criatura,
si no copio de manos maternales
ritos de mis antepasadas,
si toda magia compro hecha
y ya no me entretengo
en mandar de lo crudo a lo cocido,
si no pruebo y reparto,
pereceré.


MARÍA ELENA WALSH

(...) Nuestra antigua relación sobrevivía pues, en mí, bajo su doble aspecto: una dependencia querida y detestada. Esta resucitó con todas sus fuerzas cuando ocurrió el accidente de mamá, cuando su enfermedad y su fin rompieron la rutina que regía entonces nuestras relaciones. El tiempo se desvanece tras los que dejan este mundo; y mientras mi edad aumenta, mi pasado se contrae. La “mamacita querida” de mis diez años ya no se diferencia de la mujer hostil que oprimió mi adolescencia; las he llorado a ambas al llorar a mi madre vieja. Se me hizo presente la tristeza de nuestro fracaso, situación en la que creía tener mi punto de vista. Miro nuestras dos fotografías, que datan de la misma época. Yo tengo dieciocho años y ella se acerca a los cuarenta. Hoy, yo casi podría ser su madre y la abuela de esa jovencita de ojos tristes. Las dos me dan lástima, yo por ser tan joven y no comprender, ella por tener el porvenir cerrado y no haberlo comprendido nunca. Pero no sabría aconsejar a ninguna de las dos. No estaba en mi poder borrar las desventuras de la niñez que la condenaban a hacerme desgraciada y de rebote a sufrir por ellas.

SIMONE DE BEAUVOIR, fragmento de Una muerte muy dulce.


MAMITA

Mamita ,mamita,
si tú fueses árbol
tu hijito en tus ramas
quisiera ser pájaro.

Si tú fueses río
que va al mar cantando,
tu hijito en sus aguas
quisiera ser barco.

Mamita, mamita,
si fueses un río o fueses un árbol,
tú me acunarías
igual en tus brazos.


GERMÁN BERDIALES


Distintas miradas y versiones sobre la madre, diversos homenajes que podemos hacer a nuestra madre pero no como una fiesta excepcional impuesta por el mercado sino como la cotidiana y sana costumbre de compartir la vida con ellas.


¡FELIZ DÍA A TODAS LAS MAMÁS!

No hay comentarios: