miércoles, 19 de febrero de 2014

HORACIO QUIROGA...


 
HORACIO QUIROGA
(Salto, 31 de diciembre de 1878 – Buenos Aires, 19 de febrero de 1937)
En un aniversario más de su muerte los invitamos a leer un fragmento de su cuento “Anaconda” .

ANACONDA (fragmento)
I
Eran las diez de la noche y hacía un calor sofocante. El tiempo cargado pesaba sobre la selva, sin un soplo de viento. El cielo de carbón se entreabría de vez en cuando en sordos relámpagos de un extremo a otro del horizonte; pero el chubasco silbante del sur estaba aún lejos.
Por un sendero de vacas en pleno espartillo blanco, avanzaba Lanceolada, con la lentitud genérica de las víboras. Era una hermosísima yarará de un metro cincuenta, con los negros ángulos de su flanco bien cortados en sierra, escama por escama. Avanzaba tanteando la seguridad del terreno con la lengua, que en los ofidios reemplaza perfectamente a los dedos.
Iba de caza. Al llegar a un cruce de senderos se detuvo, se arrolló prolijamente sobre sí misma removióse aún un momento acomodándose y después de bajar la cabeza al nivel de sus anillos, asentó la mandíbula inferior y esperó inmóvil. Minuto tras minuto esperó cinco horas. Al cabo de este tiempo continuaba en igual inmovilidad. ¡Mala noche! Comenzaba a romper el día e iba a retirarse, cuando cambió de idea. Sobre el cielo lívido del este se recortaba una inmensa sombra.
-Quisiera pasar cerca de la Casa -se dijo la yarará-. Hace días que siento ruido, y es menester estar alerta....
Y marchó prudentemente hacia la sombra.
La casa a que hacía referencia Lanceolada era un viejo edificio de tablas rodeado de corredores y todo blanqueado. En torno se levantaban dos o tres galpones. Desde tiempo inmemorial el edificio había estado deshabitado. Ahora se sentían ruidos insólitos, golpes de fierros, relinchos de caballo, conjunto de cosas en que trascendía a la legua la presencia del Hombre. Mal asunto...
Pero era preciso asegurarse, y Lanceolada lo hizo mucho más pronto de lo que hubiera querido.
Un inequívoco ruido de puerta abierta llegó a sus oídos. La víbora irguió la cabeza, y mientras notaba que una rubia claridad en el horizonte anunciaba la aurora, vio una angosta sombra, alta y robusta, que avanzaba hacia ella. Oyó también el ruido de las pisadas -el golpe seguro, pleno, enormemente distanciado que denunciaba también a la legua al enemigo.
-¡El Hombre! -murmuró Lanceolada. Y rápida como el rayo se arrolló en guardia.
La sombra estuvo sobre ella. Un enorme pie cayó a su lado, y la yarará, con toda la violencia de un ataque al que jugaba la vida, lanzó la cabeza contra aquello y la recogió a la posición anterior.
El Hombre se detuvo: había creído sentir un golpe en las botas. Miró el yuyo a su rededor sin mover los pies de su lugar; pero nada vio en la oscuridad apenas rota por el vago día naciente, y siguió adelante.
Pero Lanceolada vio que la Casa comenzaba a vivir, esta vez real y efectivamente con la vida del Hombre. La yarará emprendió la retirada a su cubil llevando consigo la seguridad de que aquel acto nocturno no era sino el prólogo, del gran drama a desarrollarse en breve.

martes, 18 de febrero de 2014

CINE PARA CHICOS: Mi Villano Favorito 2



VIERNES 21/02 A LAS 18HS


 
 Una vez que Gru abandona definitivamente el mundo del crimen para dedicarse a la crianza de Margo, Edith y Agnes, él y los minions se encuentran con más tiempo libre. Sin embargo, mientras Gru se acostumbra a su nuevo rol como hombre de familia, una organización súper secreta destinada a combatir el crimen en el mundo solicita su ayuda. Gru, y su nueva compañera Lucy , deberán averiguar quién es el responsable detrás de una ola de espectaculares crímenes. En definitiva, se necesita al ex-villano más grande del mundo para atrapar al que desea ocupar su lugar.


ENTRADA LIBRE Y GRATUITA

martes, 11 de febrero de 2014

CINE PARA CHICOS: Monster University

Como todos los años en las vacaciones la Biblioteca los invita a ver cine infantil ¡ A TODA LA FAMILIA! Que el calor no los acobarde...¡traigan el tereré y prepárense a disfrutar una muy buena película!
Este VIERNES 14/02 A LAS 18HS



MONSTER UNIVERSITY
Desde que era un pequeño monstruo y antes de entrar en la universidad, Mike Wazowski, ya soñaba con convertirse en un Asustador y él sabía, mejor que nadie, que los mejores asustadores salen de Monstruos University (MU). Pero durante su primer semestre en la MU, los planes de Mike se desvanecen al cruzarse con el popular James P. Sullivan, “Sulley” un Asustador nato. Por culpa de su desenfrenado espíritu competitivo, ambos son expulsados del prestigioso Programa de Sustos de la Universidad. Y para empeorar las cosas, se verán obligados a trabajar juntos con una extraña pandilla de monstruos inadaptados... si es que quieren arreglar su situación.


ENTRADA LIBRE Y GRATUITA

viernes, 7 de febrero de 2014

Algunos datos

El año pasado se decidió en la Asamblea General de socios, que se realizó el 13/12, aumentar la cuota para el socio común a $150 y mantener la de estudiante en su costo de $70, ambas en un solo pago.

Les recordamos que para asociarse tienen que ser mayores de 18 años y presentar:
- DNI
-Boleta de servicio a su nombre o certificado de domicilio
-Foto 4x4
-Constancia de alumno regular en el caso de los ESTUDIANTES

En el caso de los menores, el socio los autoriza como adherentes para que puedan retirar libros en su nombre.

COMIENZOS...




Estamos de vuelta, y esta vez para ofrecerles un pedacito del libro El espejo africano de Liliana Bodoc. Esperamos que les guste y les den ganas de saber cómo sigue la historia…



“Tres años y algunas lluvias habían pasado desde la boda de Imaoma y Atima. Para entonces, los tambores repetían un solo mensaje: ‘Ya viene el llanto, ya nos arrancan el corazón. Ya viene el llanto, ya nos arrancan el corazón’.
Atima se había alejado de la aldea, buscando frutos comestibles. Su pequeña hija estaba junto a ella. La niña iba a cumplir tres años y eso significaba que todavía llevaba el nombre de sus padres. Cuando cumpliera doce años, ella misma elegiría el nombre para el resto de su vida. Mientras tanto, era ‘Atima’ por su madre. Y era ‘Imaoma’, por su padre. Es que la gente de aquellas aldeas les daba a los nombres su justo tiempo y su verdadera importancia.
Atima, la madre, y Atima Imaoma, la niña, juntaban frutos y cantaban. Pero no estaban solas, ni a salvo…
Muy cerca de ellas, unos hombres de piel descolorida las miraban desde la espesura, con ojos brillantes como monedas de plata. Eran cazadores de hombres y preparaban las redes, se humedecían los labios con la lengua, tensaban sus corazones.
Los cazadores comenzaron a avanzar sin hacer ningún ruido.
Atima Imaoma preguntaba cantando. Atima, su madre, respondía del mismo modo.
Los cazadores tenían órdenes precisas: aquella vez debían ser niños. El mercado de esclavos los necesitaba y pagaba por ellos buenas sumas de dinero. Además, cabían mayor cantidad en un barco, requerían menos alimentos y ocasionaban pocos problemas.
Atima le dio a su pequeña hija un pequeño fruto rojo y repleto de jugo. Atima Imaoma lo mordió con gusto. Y el jugo dulce le ensució la boca.
Los hombres de piel descolorida eran, igual que Imaoma, grandes cazadores. Pero Imaoma cazaba con lanzas, y ellos con redes. Imaoma cazaba animales para que la aldea entera tuviera alimento. En cambio, la red de los cazadores cayó sobre Atima Imaoma. Sobre su vida, sobre su boca sucia de jugo rojo.
La pequeña creyó que se trataba de una lluvia distinta a la que conocía. Quiso extender los brazos hacia su madre, pero las sogas la atraparon más todavía. Sus ojos negros cabían perfectos, húmedos, en los agujeros de la red.
Atima, la madre, peleó contra los cazadores tanto como pudo. Y gritó con la fuerza de siete gargantas. Sin embargo, era apenas una delgada mujer que nada podía contra un grupo de hombres. Cuando acabó de comprenderlo, Atima se desprendió de la cintura una bolsita de cuero, y se acercó a uno de los cazadores, suplicando en su lengua.
Las súplicas se comprenden en cualquier idioma. Y en casi todos los corazones pueden quedar ventanas abiertas.
El hombre que estaba al mando entendió lo que Atima deseaba. Tomó la bolsita de cuero y comprobó su contenido: dentro de ella solo había un pequeño espejo.
-¿Quiere dárselo a tu niña?- preguntó.
Atima lo miró esperanzada.
Entonces, el hombre metió sus grandes manos por la red y colgó el amuleto al cuello de Atima Imaoma. Y en ese gesto, agotó su bondad.
Atima Imaoma se iba para siempre.
El barco en el que la llevaron, con otros cientos de esclavos, cruzó el ancho mar hasta llegar a una tierra donde la gente compraba gente.”

Ya estamos de vuelta...


Ya volvimos, este lunes 3/02 la Biblioteca abrió nuevamente sus puertas después de las vacaciones y después del Centenario... ¡cuántas cosas para contar y rememorar!
Los esperamos entonces en nuestros horarios de siempre:

LUNES A VIERNES  de 7  a 13hs y de 16 a 20:30hs