COMIENZOS...

El viernes pasado les propusimos leer el fragmento inicial de un libro cualquiera que nuestro capricho o el azar hayan hecho caer en nuestras manos.

Esta vuelta es el turno del libro de TELMA LUZZANI “Territorios Vigilados. Cómo opera la red de bases militares norteamericanas en Sudamérica”.

Entonces les invitamos con un pedacito del prólogo para que  les den ganas y vengan a leer el resto, el libro completo que los está esperando en nuestra biblioteca.

PRÓLOGO

Cada tanto una noticia nos sobresalta. “La IV Flota patrulla aguas sudamericanas”. “EEUU busca instalar una base en el Chaco”. “El Pentágono está entrenando tropas en la base militar chilena de Concón, cerca de Valparaíso, a la altura de Mendoza”. Y, de inmediato, aparecen las versiones tranquilizadoras en boca de funcionarios locales o norteamericanos: “No hay de qué preocuparse, son misiones humanitarias”. O “son para entrenar Cascos Azules”. O directamente nos dicen: “Bueno... no son exactamente bases”.

El proyecto original del libro surgió del desasosiego en que me daba ese doble discurso. A fines de 2009, Colombia, bajo el gobierno de Álvaro Uribe, acababa de firmar la autorización para que el Pentágono se estableciera en siete bases militares de su país; hacía un año que el Comando Sur patrullaba nuestros océanos con la IV Flota; cada vez había más señales de que Estados Unidos avanzaba militarmente sobre América del Sur. ¿No había nada de qué preocuparse? ¿Por qué creer que los mismos que matan diariamente a decenas de civiles en otras partes del mundo vendrían a nuestras tierras sólo con buenas intenciones humanitarias?

La investigación empezó por los documentos de Pentágono que, como siempre, en el lenguaje críptico del mundo militar, consignan una a una las razones, los objetivos y las estrategias norteamericanas. Lo primero que hay que decir es que estos documentos convertían en polvo cualquier discurso tranquilizador y, más interesante todavía, derrumbaban el viejo mito -instalado y sostenido por el establishment mediático de nuestros países- de que América latina nunca está en el foco ni en el interés ni en la agenda de Estados Unidos. Por el contrario, el control de los océanos- por donde pasa, según la marina norteamericana, el 90% del comercio mundial-, el dominio de ciertas zonas estratégicas (entre las que están el mar Caribe, el Pacífico central, el Atlántico Sur, además de los pasos interoceánicos de Panamá, estrecho de Magallanes y pasaje de Drake, de ahí la gran importancia de Malvinas) y el acceso inmediato a los recursos naturales, en el caso de ser necesario, están siempre subrayados como prioritarios en todos los documentos oficiales estadounidenses.

Si quieren seguir leyendo pueden venir a buscar el interesantísimo libro en la biblioteca. Los esperamos.