Octubre será mes de tormentas y lluvias, de chubascos y ventarrones, de polvareda y granizo. Y ahora llueve en nuestra ciudad, una buena oportunidad para compartir un poema de Elsa Bornemann, de su libro DISPARATARIO.
LA NIÑA DE AGUA
Cuando llueve, me visita
la niña de agua:
lacio pelo de gotitas,
grises enaguas.
No viene y pide permiso
-almidonada-
se me acerca de improviso
y despeinada.
Cuando se marcha, callando
-tan de a poquito-
su recuerdo voy buscando
en los charquitos:
Gota en gemido.
Grito empapado.
Canto llovido.
Silbo llorado.
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