miércoles, 7 de marzo de 2012

PARA EL DÍA DE LA MUJER


Les regalamos con un poema de María Elena Walsh de su libro Cancionero contra el mal de ojo.

REQUIEM DE MADRE

Aquí yace una pobre mujer
que se murió de cansada.
En su vida no pudo tener
jamás las manos cruzadas.

De este valle de trapo y jabón
me voy como he venido,
sin más suerte que la obligación,
más pago que el olvido.

Aleluya me mudo a un hogar
donde nada se vuelve a ensuciar.

Nadie me pedirá de comer
en mi última morada,
no tendré que planchar ni coser
como condenada.

Cantan ángeles alrededor
de la eterna fregona
y le cambian el repasador
por una corona.

No lloréis a esta pobre mujer
porque se encamina
a un hogar donde no hay que barrer
donde no hay cocina.

Aleluya esta pobre mujer
bienaventurada,
ya no tiene nada que hacer
y ya no hace nada.


Esperamos que estas palabras nos sirvan para reflexionar un poco sobra la situación actual de la mujer en nuestras sociedades contemporáneas.

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