miércoles, 26 de enero de 2011

Oportunidades para todos


Esta vuelta queremos compartir con ustedes la historia de César Gonzalez. Un pibe chorro que se encontró con la literatura, con los libros y pudo romper su historia de delincuencia, pobreza y muerte. Ya escribió un libro de poemas, “La venganza del cordero atado”, con el seudónimo de Camilo Blajaquis. Comenzó a estudiar en Filosofía y Letras de la UBA. Y sigue viviendo en la villa Carlos Gardel de Buenos Aires.

Los invitamos a conocer un poco su historia y a pensar sobre el reparto de oportunidades socialmente distribuido de manera desigual. Y también a rescatar el valor de los libros cuando vienen de la mano de alguien que te los acerca, a revalorizar la figura del mediador.

Con ustedes, César González:

“La realidad es que estaba preso –muerto en vida– en 2005. El camino de regreso a la vida tiene un nombre: Patricio “Merok” Montesano, un amigo que le acercó los libros, “un vago que daba taller de magia voluntariamente dentro de la cárcel”. “Nos trataba bien, no venía desde un lugar de profesor, ‘a ustedes, negritos, les vengo a enseñar cómo es la vida’, que es muchas veces la postura de los talleristas en la cárcel. El nos trataba como personas, no como monstruos. Nos enseñaba un truco de magia y nos hablaba de Walsh, de Cooke, del Che, de lo que pasó en los ’70. Nos hablaba de arte, de poesía, de cultura –enumera ese torbellino de novedades que lo asaltaron–. Al principio no le di mucha importancia, ‘este loco de mierda, qué me importa lo que dice, si total a mí me quedan un montón de años’. Pero venía en serio, con pureza, para ayudar.” El mago vaya si ayudó. Le prestó De Ernesto al Che, de Calica Ferrer. “Antes de ese libro yo no sabía, por ejemplo, que el Che era argentino, ni qué había hecho, ni cuáles eran sus ideales, ni por qué luchó –reconoce César–. Ese libro me sirvió para darme cuenta de que uno puede hacer un click en la vida, como lo hizo el Che. Y comenzaron las preguntas, aparecieron los porqué: por qué nací en una villa, por qué tuve que ser pobre, por qué tuve que nacer en un contexto de mierda, por qué tuve que saber a los 7, 8 años que existe la cocaína, el porro y que vivo en un barrio donde eso es frecuente y la cultura es ésa.”

(Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/4-19641-2010-10-18.html)


Pienso en el frío de la soledad del sol
En la eterna virginidad de la luna,
En la relación amorosa del viento y las hojas
Y en la lluvia
Es el momento
En que el cielo y la tierra
Tienen un orgasmo

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